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Cómo es por dentro la fábrica de los ladrillos de juguete que atraviesan generaciones
Clarín visitó Rasti para mostrarte cómo es el universo detrás este juego que permite armar desde aviones hasta ciudades. Mirá el video.
Detrás de las puertas de Pueyrredón 4038, en Lomas del Mirador, se encuentra un universo infantil que desde hace décadas atraviesa a todo tipo de generaciones. Grandes y chicos juegan con los famosos ladrillos que desarrollan la creatividad y que permiten armar desde aviones hasta ciudades enteras.
Juguetes Rasti es una pyme familiar fundada en 1965 por Antonio Dimare, un inmigrante italiano que desde muy joven se dedicó a fabricar juguetes. En 1979 la empresa pasó a manos de otra firma y años más tarde desapareció por completo.
Sin embargo, en 2005 la familia Dimare inició los trámites para recuperar la licencia. Dos años más tarde volvieron a producir los famosos ladrillos, que al día de hoy siguen estando vigentes. Clarín visitó su fábrica y conoció todo el trabajo que hay detrás de esta icónica marca.
Rasti importa el plástico y lo mezcla con colorantes. En la planta hay una góndola entera de bolsas de estos productos que son combinados milimétricamente por una máquina supervisada por un especialista.
Luego, esa mezcla se traslada a los hornos, cada uno de los cuales está equipado con matrices de las formas requeridas. Los hornos trabajan a una temperatura de 200 grados y producen 16 ladrillos clásicos cada 21 segundos.
Las piezas de encastre vienen de todos los colores y son aptas para crear figuras variadas: una copa del mundo, un retrato de Messi o la mismísima Plaza de Mayo, entre otras.
Por mes se fabrican alrededor de un millón y medio de piezas clásicas. El juego más vendido es el "Rasti Mix juego libre", que viene sin instrucciones y es ideal para darle rienda suelta a la imaginación. La marca exporta solo el 4% de la producción de lo que sale de esta fábrica en la que trabajan 72 personas.
En diálogo con Clarín, los empleados de Rasti dejaron en claro que ellos también siguen jugando con los ladrillos.
Por mes se fabrican alrededor de un millón y medio de piezas clásicas. El juego más vendido es el "Rasti Mix juego libre", que viene sin instrucciones y es ideal para darle rienda suelta a la imaginación. La marca exporta solo el 4% de la producción de lo que sale de esta fábrica en la que trabajan 72 personas.
En diálogo con Clarín, los empleados de Rasti dejaron en claro que ellos también siguen jugando con los ladrillos.